En la reciente historia de las grandes producciones cinematográficas y de multimedia ludica interactiva (vídeo juegos) nos encontramos con éxitos que normalmente nos cuentan historias en una sola exhibición y solamente para una sola exhibición; no tienen cabida para una continuación. Sin embargo, pareciera su exito ser su maldición, porque propicia el llegar a manos de productores o poco talentosos o sumamente comerciales.
En muchos casos se insiste en continuar una historia no solo concluida, sino finada y en casos hasta olvidada... que no tienen caso tener una continuación porque se suponía había tenido una conclusión sin cabida a mas posibilidades. O bien, su continuación es sumamente ¡¡¡mala!!! porque bien, no tuvo el presupuesto de la primera o su guion es mucho menos novedoso. Son muchas las razones de su poco éxito, pero francamente es porque son pésimas y nunca debieron haber existido, son solamente una escusa comercial, y aunque existe ya una división fuerte entre cine comercial y cine artístico no se debería solamente buscar ganancias en el caso de la primera.
En muchos casos se insiste en continuar una historia no solo concluida, sino finada y en casos hasta olvidada... que no tienen caso tener una continuación porque se suponía había tenido una conclusión sin cabida a mas posibilidades. O bien, su continuación es sumamente ¡¡¡mala!!! porque bien, no tuvo el presupuesto de la primera o su guion es mucho menos novedoso. Son muchas las razones de su poco éxito, pero francamente es porque son pésimas y nunca debieron haber existido, son solamente una escusa comercial, y aunque existe ya una división fuerte entre cine comercial y cine artístico no se debería solamente buscar ganancias en el caso de la primera.
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